Montiferru

El gran volcán de los buitres

Antiguo macizo volcánico formado por piedras basálticas y con cumbres de hasta 1050 metros, el Montiferru es indudablemente uno de los ambientes de montaña más interesantes de Cerdeña.

La excepcional herencia floristíca de este monte abarca desde los amplios y tupidos bosques seculares de encinas y alcornoques, los castañares lozanos hasta los poblados bosques de acebo, con ejemplares que llegan hasta los seis metros de altura.

En las cumbres más elevadas (Monte Urtigu (1050 slm), Monte Entu (1024 slm) y Rocca sa Tiria (970 slm)) sólo la estepa resiste a la fuerza del viento y, entre rocas desnudas deslavadas por la lluvia, se encuentran el tomillo, el eléboro, la armería y las peonías.

En este macizo volcánico viven –aunque en número reducido- gatos salvajes y erizos y abundan jabalíes, zorros, liebres, conejos salvajes y comadrejas. El muflón y el ciervo sardo –que casi habían desaparecido de estas zonas- desde hace algunos años se pueden nuevamente avistar gracias a la labor de reintroducción que está llevando a cabo con éxito (de momento sólo en zonas prescintadas) la Hacienda Florestal Pública de Cerdeña.

Otro de los proyectos que está consiguiendo resultados notables es el que la Hacienda Florestal Pública de Cerdeña emprendió en 1987 junto con la Liga Italiana Protección Pájaros (LIPU) para la repoblación del buitre. Puede ocurrir que se admire el vuelo majestuoso de los ejemplares liberados. Además es fácil avistar cuervos imperiales, cernícalos, perdices sardas, abubillas y, con más suerte, el gavilán o el halcón peregrino.

Otra de las bellezas de estos montes está constituida por sus numerosas fuentes y manantiales.