"El Viento Malo"
"MALUENTU" El nombre de la islita (literalmente viento malo) se debe al fuerte mistral que allí sopla durante gran parte del año.
Una traducción aproximada por parte de los piamonteses lo ha transformado en “Maldiventre” (dolor de estómago).
La islita, que tiene una superficie de 86 hectáreas y dista sólo 8 kilómetros de la costa, representa la única herencia del Paleozóico (siendo constituida por un único bloque de granito). En su punto más alto llega apenas a los 18 metros y está enteramente cubierta de una espesa mancha de jara y romero.
Las profundidades abundantes en peces son una prueba de la absoluta falta de polución de la zona que, de hecho, junto con el escollo del Catalano –donde el viajero La Marmora, a finales de 1700, contaba haber avistado numerosas focas– se ha convertido en Reserva Marina Integral. Mientras la costa occidental está formada casi enteramente por escollos de granito, la oriental permite la llegada y está repleta de pequeñas y preciosas bahías.
Allí también se encuentran dos nuraghes y los restos evidentes de asentamientos fenicio-púnicos y romanos.
La avifauna marina de la zona es muy rica; allí nidifican cormoranes, gaviotas reales, las raras gaviotas corsas y los “pájaros de las tempestades”.
La tupida mancha mediterránea acoge un gran número de conejos salvajes.